martes, 6 de julio de 2010

ARQUETIPOS DE LA ESPACIALIDAD.


Un arquetipo es un modelo o ejemplo de ideas o conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema.


Un sistema de palabras, de ideas, de ideales, o de pensamientos, sigue una conducta regular, envuelto en su propio paradigma; incluso se usan arquetipos para modelar su propio camino, para abrirse campo en un medio de ideas abstractas, poco entendibles o ininteligibles, solamente guiados por sus propios pensamientos y creencias.


C.G. Jung (1875-1961) fue el primero que habló de arquetipos en el ámbito de la psicología. La exploración de las profundidades de la psique lo llevó a estudiar exhaustivamente la filosofía, la mitología, la alquimia, las religiones orientales y el misticismo occidental. Paralelamente se interesó también en el estudio del tarot, el I Ching, la astrología, los ovnis, los mandalas y las culturas de los pueblos primitivos.



Jung descubrió que existen símbolos de naturaleza universal, a los que llama arquetipos, que se relacionan con una serie de experiencias comunes en distintos pueblos y culturas. Son experiencias compartidas por los seres humanos en todas las épocas, que recogen una sabiduría común a toda la humanidad. Estas experiencias se organizan en campos comunes (arquetipos) dentro del inconsciente colectivo. Los arquetipos aparecen en forma de "personajes" en los mitos y cuentos de hadas de todos los pueblos, dando voz al inconsciente colectivo. Hoy los encontramos también en el cine, la literatura, el arte, la publicidad, etc.


Jung distinguía entre arquetipos e imágenes arquetípicas. Nos dice que los arquetipos mismos carecen de forma y no son visualizables; "el arquetipo, como tal es un factor psicoide que pertenece, por así decir, al extremo invisible y ultravioleta del espectro psíquico".


Lo que llega a nuestra consciencia son siempre las imágenes arquetípicas, es decir, manifestaciones concretas y particulares de los arquetipos. Pueden llegar a través de sueños, sensaciones, imágenes o palabras, y suelen ser percibidas como independientes de nuestra experiencia personal.


Desarrollar la visión simbólica y arquetípica nos ayuda a comprender nuestra existencia y nuestro objetivo vital. Permite también ver la vida con un grado de claridad espiritual que ayuda a curar heridas emocionales y espirituales acumuladas. Y hace posible sentir la guía divina en nuestra alma.

1 comentario: